Los eSports, a la altura de las ligas de élite de los deportes tradicionales

En materia de deporte, el año 2020 tuvo un ganador claro. Muchas ligas avanzaron a paso lento y muchas hicieron lo posible por finalizar la temporada o empezar la siguiente. Sin embargo, las cosas no fueron demasiado bien. Al final, las temporadas fueron un tanto decepcionantes, con paradas e inicios repentinos y con cambios en las reglas, cosa que descolocó a los aficionados.

Sin embargo, hubo un deporte que gestionó la crisis sin apenas problemas: los eSports. No solo siguió con sus emisiones y con la venta de merchandising, sino que la industria experimentó un crecimiento en un año de recesión.

En 2020, la industria de los eSports facturó unos mil millones de euros, según NewZoo, una consultora especializada en el mundo de los videojuegos. Aunque los números sobre los eSports deben tomarse con escepticismo, lo cierto es que los diferentes juegos están creciendo, tanto en términos de audiencia como del dinero que mueven.

Convergencia entre gamers y deportistas tradicionales
Ya no es que los mejores gamers reciban la misma promoción que las grandes estrellas del deporte, sino que muchos de estos últimos han decidido invertir fuertemente en los eSports. Además, existe una nueva e interesante tendencia que reúne a las sensaciones de la red con deportistas tradicionales.

Un buen ejemplo de ello sería el reciente combate que enfrentó a Logan Paul y Floyd Mayweather. La cantidad de dinero que movió la pelea fue tan alta que Mayweather la calificó de atraco legal. En algo que muchos tachan de farsa y otros consideran un entretenimiento, la unión entre los fans de Logan, que en su mayoría no siguen el boxeo, y los fans de Mayweather, que probablemente prefieran una velada de su deporte favorito antes que ver a un chaval jugar a Overwatch en Twitch, representa un camino interesante con mucho recorrido.

Algunos de los grandes inversores de los eSports son personalidades ilustres del mundo del deporte, lo que presta credibilidad a esta creciente industria. Estos son algunos de los nombres que han invertido en los eSports:

- Michael Jordan – leyenda del baloncesto y propietario de los Charlotte Hornets de la NBA; tiene una fortuna superior a 1.700 millones de dólares.
- Shaquille O’Neal – antigua estrella de la NBA.
- Mark Cuban – empresario y dueño de los Dallas Mavericks de la NBA.
- Fernando Alonso – piloto de Fórmula 1.
- Gerard Piqué – jugador del FC Barcelona.
- David Beckham – exfutbolista del Real Madrid, entre otros equipos.La lista de famosos es inagotable e incluye, por ejemplo, a Ashton Kutcher, Jennifer López y Will Smith.

Dato curioso: Los eSports no son una cosa del todo nueva. Puede que sea un fenómeno actual para mucha gente, pero a principios de los años 70 ya se celebraron en Estados Unidos los primeros torneos de videojuegos.

Qué está ocurriendo en 2021
Statista prevé que, en 2021, la industria de los eSports continúe creciendo, hasta el punto de alcanzar los 1.600 millones de dólares en 2024, lo que habla de un crecimiento importante. La mayoría de este dinero procede de la publicidad y los patrocinios, así como de todo aquello relacionado con los medios: derechos, ingresos digitales, streaming, merchandising y venta de entradas.

Para hacernos una idea de lo que suponen estos números, basta con compararlos con otros: la Premier League inglesa, la liga de fútbol más seguida en el mundo, vendió sus derechos de televisión por más de 4.000 millones de libras en 2018. Aunque los torneos de eSports todavía no alcanzan estos valores, sus números continúan subiendo, por lo que todavía no han tocado techo.

La población mundial está creciendo y cada vez más jóvenes disfrutan viendo partidas de videojuegos. Habiendo crecido en la era de YouTube, es lógico deducir que este mundo hiperconectado lo está cambiando todo, incluido como percibimos, consumimos y vemos los deportes en general.

El impacto de la producción de contenidos en el deporte
La industria de los eSports se adapta muy bien a la producción de contenidos. Se construyó para ello y ha tenido tiempo para ir adaptándose a los cambios. Pongamos, por ejemplo, a los streamers. Se ganan la vida acumulando seguidores que consumen todo tipo de contenidos: tenemos vloggers que documentan su vida diaria, youtubers que se prestan a todo tipo de retos, streamers que juegan a videojuegos a nivel profesional o amateur o incluso expertos en juegos de casino online.

Conocer a nuestros gamers preferidos forma parte de la gracia de la industria. Por este motivo, muchos jugadores han abandonado equipos patrocinados creados para cobrar, entrenar y desplegar su talento en grandes competiciones, ya que la experiencia resultaba agotadora y no les ofrecía la autonomía que muchos quieren.

Los gamers que han dejado equipos de eSports se pasan a Twitch o YouTube, donde pueden interactuar con un público con un interés real por lo que hacen y comprometido a nivel personal, y donde ganan más dinero. La producción desenfrenada de contenidos solo puede lograrse fuera de los equipos de eSports que se crearon en los albores de la industria.

Los deportes tradicionales han visto el poder de la narrativa y las ventajas de controlar lo que se dice de ellos en internet. Desde la Fórmula 1, que ha roto con su imagen elitista para crear presencia en todas las redes sociales, hasta equipos y jugadores de fútbol, protagonistas de documentales para la televisión, muchos deportistas y ligas están aprovechando el auge de la creación de contenidos para aumentar su base de aficionados.

La creación de contenidos, hasta ahora reservada a los frikis de internet, es el refugio ahora de muchos equipos, deportistas o ligas que quieren sobrevivir. Los eSports se han adaptado a las mil maravillas a este cambio de paradigma y podrían llegar a unir al público tradicional y al nuevo en un objetivo común: vivir la emoción del deporte.

La hora de los eSports
Cada vez resulta más evidente que los eSports se popularizarán hasta el punto de competir de tú a tú con los deportes tradicionales. Los eSports han demostrado su fuerza ante obstáculos como la pandemia, mientras otros sectores perdían fuelle. Debido a que las partidas se pudieron disputar online y emitirse en formatos ya conocidos por los usuarios, no solo no se perdieron las oportunidades asociadas a la industria, sino que además experimentaron un importante crecimiento.

Como la gente pasa cada vez más tiempo en casa, necesita nuevos modos de entretenerse. La pérdida de esencia de muchos deportes (como el fútbol o el baloncesto) ha provocado que los jóvenes se estén volcando poco a poco en los eSports, un deporte que pueden ver y practicar desde casa.

Aunque los deportes tradicionales siempre formarán parte de nuestro entretenimiento, los eSports acabarán ocupando el sitio que les corresponde entre las grandes ligas.

Noticia enviada por: Cop

Noticia publicada: 13-07-2021

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